miércoles, 30 de junio de 2010

Preguntas de coaching vs. preguntas socráticas

Aunque consideramos este escrito como una importante distinción, destacamos que es de mucha utilidad para clarificar uno de los muchos conceptos en los que existe confusión dentro de la práctica del coaching, incluyendo a algunas personas que lo ejercen, lo estudian, lo enseñan, lo reciben y quienes lo disfrutan

El coaching profesional se diferencia de otras actividades en bastante aspectos. Uno de ellos es el hecho de que el experto en el tema que se trata dentro del proceso de coaching, es el cliente y no el coach.

Es el cliente quien establece el tema, la agenda y la forma de trabajar, no el coach. Siendo así, quien sabe sobre el tema, sea empresarial, personal, ejecutivo, de vida, etc. es el cliente, no el coach. El coach es un faclitador, un acompañante, un socio que ayuda a su cliente a aprender, a mejorar, a avanzar, a ser mejor.

Cuando el coach pregunta al cliente lo hace con el fin de ayudar al cliente a descubrir aspectos importantes dentro de la agenda del cliente, a que obtenga claridad, tome decisiones, defina acciones y muchos otros movimietos más.

En el coaching las preguntas son para que el cliente encuentre respuestas a sus propias inquietudes y lo acerquen al cumplimiento de sus metas.

En cambio, las preguntas dentro de la Mayéutica, eran plantadas por Socrates a sus pupilos o interesados para llevarles a que encontraran las respuestas que Sócrates ya sabía. es decir, son preguntas hechas dentro de la agenda del que hace las preguntas.

Esto no es una habilidad de coaching, sino de alguien que conoce un tema y va llevando al seguidor, por medio de preguntas, a que razone diversos aspectos hasta que encuentra la respuesta que ya conoce el experto que las plantea.

En coaching se hacen preguntas al cliente para que investigue, descubra, abra posibilidades, identifique opciones, para que se salga de lo conocido y de su zona de confort, para que avance hacia nuevas direcciones propuestas por él mismo cliente, no por el que pregunta.

El Coach Sistémico se compromete con su cliente y su agenda, trabajando con él, realizando las preguntas esenciales, profundas y de mayor beneficio para sus intereses particulares.

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domingo, 20 de junio de 2010

Persona vs. sociedad

El coaching es una potente actividad de aprendizaje, crecimiento y evolución, que se logra a través de los individuos.

Cuando muchos individuos comparten los mismos conceptos de mejoramiento, superación y avance se comienzan a conformar grupos de afinidad, que con el paso del tiempo se traducen en culturas.

Las organizaciones sociales son válidas como mecanismos productivos, reforzadores de conductas, de comportamientos y generadoras de hábitos y costumbres. Pero no de evolución individual.

La evolución individual, que trae consigo la toma de conciencia, el desarrollo de las capacidades propias, el cultivo de potencialidades dormidas, es lo que permite al ser humano dignificar su vida, utilizar correctamente sus talentos y convertirse en individuos útiles a la sociedad en que conviven y participan.

La evolución individual no se da por decreto, como las normas que se establecen dentro de una organización. Surge como conesecuencia de la intención voluntaria de lograr ser lo mejor que uno mismo puede y quiere ser.

Tanto el trabajo a nivel individual como a nivel colectivo son indispensables, complementarios y enriquecedores de la evolución humana y de la productividad organizacional.

Es ahí donde el Coach Sistémico realiza su actividad, ofreciendo el soporte necesario y conveniente a cada cliente, en lo personal y en lo grupal, conforme lo establece cada uno y de acuerdo a sus propias intenciones, deseos y libre voluntad.

Aprende a enriquecer tu vida y la de otros, a crear grupos y organizaciones con sentido, alto significado y con elementos sustentables.

Reflexiona un poco sobre los siguientes aspectos, aparentemente obvios.

1. ¿Existen diferencias entre tu persona y una organización?

2. ¿Que significa enriquecer tu propia vida?

3. ¿Cómo haces sustentable los valores de tu vida?

4. ¿Utilizas tus talentos propios para tener un óptimo desempeño en tus actividades?

5. ¿Qué valores agregados ofreces para enriquecer las organizaciones en que participas?

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