En términos generales, la actitud es considerada como la respuesta de una persona ante las situaciones que le rodean y se le presentan.
Todos respondemos de diferentes maneras ante las cosas que se nos presentan. Y todos podemos responder de muchas maneras ante lo que vamos viviendo y experimentando en cada momento de nuestro diario existir.
Hoy en día se reconoce que una adecuada actitud es una de las cualidades esenciales en las buenas relaciones, en el trabajo, en el liderazgo, en el trabajo en equipo, en la familia y en toda actividad que implique interacción social.
Todo programa de superación y desarrollo humano, personal, profesional, organizacional o grupal, invita a sus participantes a trabajar y a mejorar su actitud.
Entre las acciones promovidas por los distintos especialistas de orientación, soporte y basesoría a las personas y organizaciones se encuentra la de ayudar a mejorar la actitud de las personas. El coach profesional lo hace como parte de su actividad de coaching.
T.J. Leonard++ ofreció la distinción clave de "Responder vs. Reaccionar", indicando las ventajas de tomar control sobre las propias capacidades al responder de manera pensada y sentida y no sólo de reaccionar impulsivamente ante las situaciones.
La actitud sistémica (modelo MORE®) es una forma de observar cada una de las circunstancias de la vida de manera consciente, en tal forma que podamos manifestar nuestro propio ser de una manera humana, digna y elevada.
La actitud sistémica (modelo MORE®) lleva a buscar las acciones que fomentan mejorar los resultados, la productividad y la calidad de vida en las organizaciones.
La actitud sistémica (modelo MORE®) invita a elevar nuestra mirada para encontrar nuevos puntos fuera de nuestra zona de confort, que ayuden a generar innovaciones en beneficio de las personas y los contextos sociales en que nos desenvolvemos.
La actitud sistémica (modelo MORE®) permite encontrar mejores interpretaciones a las experiencias vividas, facilitando otorgar significados de mayor valor y un sentido más favorable a lo que se vive.
La actitud sistémica (modelo MORE®) facilita el enriquecimiento de paradigmas, más acordes con la realidad y con grandes posibilidades para llevar una vida sustentable en todos los ámbitos en que se desenvuelve el ser humano.
Algunas preguntas para reflexionar.
- ¿Cómo es tu actitud cotidiana?
- ¿Respondes o reaccionas?
- ¿Desde qué observador actuas generalmente?
- ¿Eres adaptable, flexible y alegre en cada situación que vives?
- Desde tu paradigma, ¿cómo es la vida contigo?
Entrénate como Coach Sistémico
miércoles, 2 de marzo de 2011
sábado, 15 de enero de 2011
Observador sistémico vs. observador tradicional
Entre los conceptos que se transmiten en los enfoques de sistemas y específicamente dentro de los modelos que se ofrecen en los diversos entrenamientos de coaching se encuentra el del "Observador".
Hablar del "Observador", que deriva del "Observador de segundo orden", representa la posibilidad de utilizar una distinción para observar y generar acciones. Esto significa identificar la distinción que utilizamos para enfocar algo y dejar fuera todo lo demás. El médico observa desde la anatomía y sus funciones; el contador desde números y estados financieros; el deportista desde su disciplina; el político desde el bien común; el abogado desde la aplicación de las leyes; etc.
No estamos haciendo un planteamiento sobre si el observador es bueno o malo. No. Se trata de saber si el observador o distinción utilizada es la mejor, la de mayor utilidad, la que explica mejor una situación y que al mismo tiempo abre posibilidades de actuar de mejores formas para alcanzar también, mejores resultados.
La importancia de este concepto está no sólo en lo anterior, sino en la posibilidad de evaluar si es el observador que mejores acciones y resultados ofrece, y si no lo es, el poder cambiar y elegir otros observadores diferentes, con posibilidades de lograr mejores resultados.
Existen infinitos observadores, tantos como posibilidades o distinciones sean generadas por cada ciencia, disciplina o personas creativas.
En la práctica del coaching se utilizan distinciones de tipo ontológico, PNL, emocionales, corporales, experienciales, grupales, liderazgo, etc. que permiten observar desde su campo particular de acción cosas que no se observan desde otros campos, ni desde el campo tradicional de observación.
El uso de estos observadores generan nuevas acciones, aunque siempre limitados a un determinado campo de acción, con bajas probabilidades de enriquecer las interpretaciones, ya que siempre se emiten desde el mismo marco de referencia o paradigma.
El observador sistémico (MORE®) en cambio, utiliza las distinciones que ofrecen dichos campos sin limitarse a uno o unos cuántos, dentro de una amplia gama de distinciones contenida en los conceptos sistémicos, contando con la capacidad de ayudar a modificar acciones, a utilizar una amplia diversidad de distinciones, de elegir las mejores interpretaciones de los hechos, así como de crear y enriquecer marcos de referencia y paradigmas.
El observador sistémico (MORE®) facilita la mejora de la productividad, el levantamiento de la calidad, los cambios culturales y el desarrollo permanente de las organizaciones.
El observador sistémico (MORE®) promueve un desempeño de mayor nivel, con valores agregados de impacto favorable y el desarrollo de competencias, moalidades y nuevas habilidades.
Hablar del "Observador", que deriva del "Observador de segundo orden", representa la posibilidad de utilizar una distinción para observar y generar acciones. Esto significa identificar la distinción que utilizamos para enfocar algo y dejar fuera todo lo demás. El médico observa desde la anatomía y sus funciones; el contador desde números y estados financieros; el deportista desde su disciplina; el político desde el bien común; el abogado desde la aplicación de las leyes; etc.
No estamos haciendo un planteamiento sobre si el observador es bueno o malo. No. Se trata de saber si el observador o distinción utilizada es la mejor, la de mayor utilidad, la que explica mejor una situación y que al mismo tiempo abre posibilidades de actuar de mejores formas para alcanzar también, mejores resultados.
La importancia de este concepto está no sólo en lo anterior, sino en la posibilidad de evaluar si es el observador que mejores acciones y resultados ofrece, y si no lo es, el poder cambiar y elegir otros observadores diferentes, con posibilidades de lograr mejores resultados.
Existen infinitos observadores, tantos como posibilidades o distinciones sean generadas por cada ciencia, disciplina o personas creativas.
En la práctica del coaching se utilizan distinciones de tipo ontológico, PNL, emocionales, corporales, experienciales, grupales, liderazgo, etc. que permiten observar desde su campo particular de acción cosas que no se observan desde otros campos, ni desde el campo tradicional de observación.
El uso de estos observadores generan nuevas acciones, aunque siempre limitados a un determinado campo de acción, con bajas probabilidades de enriquecer las interpretaciones, ya que siempre se emiten desde el mismo marco de referencia o paradigma.
El observador sistémico (MORE®) en cambio, utiliza las distinciones que ofrecen dichos campos sin limitarse a uno o unos cuántos, dentro de una amplia gama de distinciones contenida en los conceptos sistémicos, contando con la capacidad de ayudar a modificar acciones, a utilizar una amplia diversidad de distinciones, de elegir las mejores interpretaciones de los hechos, así como de crear y enriquecer marcos de referencia y paradigmas.
El observador sistémico (MORE®) facilita la mejora de la productividad, el levantamiento de la calidad, los cambios culturales y el desarrollo permanente de las organizaciones.
El observador sistémico (MORE®) promueve un desempeño de mayor nivel, con valores agregados de impacto favorable y el desarrollo de competencias, moalidades y nuevas habilidades.
El observador sistémico (MORE®) permite el enriquecimiento de pensamientos, generación de ideas, desarrollo emocional, actualización de valores y toma de conciencia.
El observador sistémico (MORE®) invita a llevar una vida ecológica, natural, sustentable, favoreciendo el flujo de la vida y enriqueciendo cada situación que se experimenta.
Algunas preguntas para reflexionar.
- ¿Desde que distinción observas cotidianamente?
- ¿Qué observador te permite mejorar la calidad y productividad en tu organización?
- ¿Que observador te favorece mejorar tu capacidad de aprender?
- ¿Qué ideas utilizas para llevar una vida ecológica?
Entrénate como Coach Sistémico
Información en Entrenamiento ICF-ACTP
domingo, 2 de enero de 2011
Proyecto sistémico vs. proyecto tradicional
La vida moderna hace que las actividades de desenvuelvan a un ritmo cada vez más rápido. De la mano con este hecho está la necesidad de trabajar en muchos, diversos y valiosos proyectos para diferentes beneficiarios.
Aunque es una nueva modalidad, los proyectos en los que venimos participando buscan fundamentalmente la satisfacción de necesidades económicas, por medio de la oferta de satisfactores sociales.
Son proyectos diseñados para cumplir con objetivos específicos que repercuten a favor de grupos específicos.
En la actualidad, todas las sociedades necesitan de este tipo de proyectos, ya que nuestra sociedad actual está enfocada al consumo, a la vida material y al logro de metas particulares.
Son proyectos diseñados por otros, para satisfacer a otros y para beneficiar a otros.
El proyecto sistémico incluye las bases de los proyectos actuales y los enriquece introduciendo contenidos esenciales para el mejoramiento de la productividad y de la calidad de vida.
El proyecto sistémico ofrece elementos para optimizar las actividades organizacionales, para establecer una actividad comunicativa favorable al desarrollo de una sociedad progresiva, saludable. ética y sustentable.
El proyecto sistémico permite la creación de culturas de alto desempeño, comprometidas y orgullosas de su participación en la comunidad global.
El proyecto sistémico promueve el desarrollo colaborativo de habilidades, competencias y profesiones de alto valor para la sociedad y para las personas que las desempeñan.
El proyecto sistémico ayuda a los individuos a utilizar sus talentos, capacidades y recursos, favoreciendo su actividad creativa, el desarrollo de proyectos propios y clarificando la diferencia entre su potencial particular del de los proyectos ajenos.
El proyecto sistémico reconoce los diversos niveles de integración de los sistemas y procesos que contiene y en que es contenido, creando paradojas que llevan a nuevos niveles de desarrollo, a la superación y a encontrar soluciones muy por encima de lo acostumbrado.
El proyecto sistémico se desenvuelve en niveles más elevados de conciencia, en donde es factible la colaboración, la armonía, la felicidad, el respeto mutuo, la libertad y la evolución humana.
Algunas preguntas para reflexionar.
- ¿En cuántos proyectos participas?
- ¿Tú los diseñaste o los diseñó un tercero?
- ¿Cuáles son sus contenidos y qué fines persiguen?
- ¿Enriquecen tu vida, la de los demás y te dan plenitud?
Entrénate como Coach Sistémico
Aunque es una nueva modalidad, los proyectos en los que venimos participando buscan fundamentalmente la satisfacción de necesidades económicas, por medio de la oferta de satisfactores sociales.
Son proyectos diseñados para cumplir con objetivos específicos que repercuten a favor de grupos específicos.
En la actualidad, todas las sociedades necesitan de este tipo de proyectos, ya que nuestra sociedad actual está enfocada al consumo, a la vida material y al logro de metas particulares.
Son proyectos diseñados por otros, para satisfacer a otros y para beneficiar a otros.
El proyecto sistémico incluye las bases de los proyectos actuales y los enriquece introduciendo contenidos esenciales para el mejoramiento de la productividad y de la calidad de vida.
El proyecto sistémico ofrece elementos para optimizar las actividades organizacionales, para establecer una actividad comunicativa favorable al desarrollo de una sociedad progresiva, saludable. ética y sustentable.
El proyecto sistémico permite la creación de culturas de alto desempeño, comprometidas y orgullosas de su participación en la comunidad global.
El proyecto sistémico promueve el desarrollo colaborativo de habilidades, competencias y profesiones de alto valor para la sociedad y para las personas que las desempeñan.
El proyecto sistémico ayuda a los individuos a utilizar sus talentos, capacidades y recursos, favoreciendo su actividad creativa, el desarrollo de proyectos propios y clarificando la diferencia entre su potencial particular del de los proyectos ajenos.
El proyecto sistémico reconoce los diversos niveles de integración de los sistemas y procesos que contiene y en que es contenido, creando paradojas que llevan a nuevos niveles de desarrollo, a la superación y a encontrar soluciones muy por encima de lo acostumbrado.
El proyecto sistémico se desenvuelve en niveles más elevados de conciencia, en donde es factible la colaboración, la armonía, la felicidad, el respeto mutuo, la libertad y la evolución humana.
Algunas preguntas para reflexionar.
- ¿En cuántos proyectos participas?
- ¿Tú los diseñaste o los diseñó un tercero?
- ¿Cuáles son sus contenidos y qué fines persiguen?
- ¿Enriquecen tu vida, la de los demás y te dan plenitud?
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