Competir es algo utilizado desde siglos atrás hasta nuestros días. Ha provocado que el animal dentro de nosotros trabaje más fuerte para producir más, tomar más u obtener más de la persona que está cerca de nosotros. Competir es generalmente adversario en naturaleza, aún si es una competencia amistosa.
Cooperar, por otro lado, es el futuro de la humanidad, donde se establecen objetivos comunes y las personas trabajan juntas para cumplir con lo que quieren en lugar de ser utilizados por la necesidad de ganar o de probar que uno es mejor que otro.
El cambio de competir a colaborar, presente en la civilización moderna, puede tomar de 20 a 40 años, hará de la humanidad en el mundo una sociedad más productiva, ecológica, de excelencia y humana.
Competir nos retrocede a nuestros días primitivos donde la sobre vivencia impulsó la mejoría de condiciones.
En esta etapa de nuestro desarrollo cultural la cooperación es la siguiente generación.
