Algunas veces un cliente puede pensar que lidiar con algo es suficiente. En ocasiones, como coach, tú quieres ayudarles a lidiar con ello, lo cual es la segunda etapa, en lugar de ayudarle ver la situación tal cual es.
En ocasiones el cliente es muy abierto a ver sus problemas, pero le falta una buena cantidad de juicio para admitir aquello en lo que está equivocado; quiere simplemente lidiar con ello, en lugar de ver, manejar y remover algo más.