Uno de los beneficios de tener un coach es que el cliente recibe dirección clara para trabajar los asuntos en que tiene interés, recibiendo soporte para hacerlo con su propia información, tanto de sí mismo como de lo que el coach le ayuda al ampliar su visión. Un terapista generalmente responde; un consultor de da respuestas; un maestro le ofrece enseñanzas; un coach facilita un enfoque directo.
Ser directo significa que tú puedes dar soporte al cliente para que él pueda definir sus metas o para que identifique qué metas son más importantes para él, así como para que defina los pasos a seguir y avanzar para conseguirlas.
Algunos coaches no quieren hacerlo de esta manera y prefieren responder a las inquietudes del cliente o a lo que está diciendo o sintiendo. Por ello, el coaching profesional está debidamente estandarizado con las más elevadas normas de la profesión, tal y como lo plantea la ICF (International Coaching Federation).
Todas estas posiciones son buenas, dependiendo del momento, de la situación y de cómo haya sido establecido el contrato de la relación profesional. En situaciones de coaching, el enfoque directo es de gran efectividad, ya que acelera el ritmo de desarrollo del cliente y le ayuda a establecer metas más altas y de mayor beneficio, debido a la influencia de la perspectiva y experiencia del coach.
Entrénate como Coach Sistémico y eleva tu nivel de desarrollo personal y profesional.
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